lunes, 8 de febrero de 2010

El Aprendiz de Luis Bassat

Muy pocas fueron las personas con las que pude compartir alguna impresión o comentario durante todo el transcurso de tiempo en el que emitieron en La Sexta el programa El Aprendiz. Quizá esto no sea de extrañar ya que a las pocas semanas de comenzar, el 28 de Septiembre de 2009, su horario de emisión pasó de una hora asumible para todos los que madrugamos, a comenzar sobre las 12 de la noche del Domingo. A partir del día del cambio de horario, pasé directamente a verlo por internet los Lunes por la noche. El programa consistía en dos equipos de aspirantes, realizando una prueba cada semana, y siendo despedido uno de los integrantes del equipo perdedor. En cada inicio de programa el Sr. Bassat, como así le llamaban los participantes, les exponía en que consistía la prueba. Un miembro de cada equipo se convertía en líder, repartían tareas y se ponían manos a la obra, supervisados como meros observadores por dos consejeros, uno para cada equipo, que tomaban notas para trasladarle al Sr. Bassat sus impresiones sobre el desempeño del equipo, del líder, y el transcurso de la prueba, con el fin de tomar la mejor decisión sobre el siguiente miembro a despedir. El programa finalizó el 21 de Diciembre de 2009.
No sé exactamente que fue lo que comenzó a aburrir a los televidentes, o quizá es que ni siquiera se empezó a ver pensando que era un reality show más. No se si fueron los concursantes, las pruebas, o que todo en conjunto no tenía la más mínima emoción para este país.
Yo le encontré mucho interés al programa. Primero me divertí mucho cada semana, y segundo pude ver escenificado en las pruebas temas como la toma de decisiones, lo que debe hacer un buen líder, negociación de compra y venta de productos, organización de tareas, marketing, publicidad, producción, comunicación y trabajo en equipo, entre otros aspectos.
Independientemente del éxito que tuviera el programa, tiene mucho valor la puesta arriesgada de Luis Bassat por un proyecto como este y lo celebro. A raíz de este programa he buscado más información sobre su persona y trayectoria profesional. Celebro su actitud ante todo aquello que emprende y ante la vida en general. La actitud de un Aprendiz sin serlo. Tomemos nota.

jueves, 4 de febrero de 2010

Coaching

Esta tarde he asistido a una charla - coloquio en el Club Diario Levante, sobre el valor que aporta el coaching a las empresas. El buen desempeño, en este caso de un directivo, está en función de tres cosas. Primero el Concepto, es decir, cual es el objetivo de su trabajo, hacia donde va. Segundo, de su Competencia técnica, de sus conocimientos. Y tercero de su Compromiso. Es en este tercer punto donde actúa el coaching. En este compromiso están la comunicación, la coherencia, la colaboración, la creatividad, y muchas más variables que hasta ahora no prestábamos mucha atención y que si fortalecemos el resultado que podemos obtener puede ser espectacular.
Hemos tenido dos buenas exposiciones por parte de los Directores de RRHH del BBVA y Fira Barcelona, en la que nos han trasladado sus experiencias al respecto de proporcionar procesos de coaching a sus directivos en sus empresas. El resultado de esos proyectos fueron y son más que notables, consiguiendo cambios muy significativos en la persona y métodos de trabajo que siguen a partir de entonces.
Tras mi llegada a la Dirección de RRHH, la Compañía en la que trabajo me facilitó un proceso de coaching para que me adaptara, de la forma más estable posible, a mi nueva posición. Bajo los principios de confianza, competencia, integridad y respeto por el cliente, el coach me ayudó en mi camino hacia el cumplimiento y la consolidación de los objetivos marcados en nuestro plan de acción. Un proceso que complementa la formación como siempre la hemos conocido, y en el que el trabajo del coach consiste en hacerte preguntas, haciéndote que pienses por ti mismo, que busques la solución a tus problemas, a darte cuenta que sabes más de lo que crees. Un proceso que te hace cambiar el "tengo que" por el "quiero", y los paradigmas que frenan tu potencial hacia una vida extraordinaria.


"¿Porqué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta:
- ¿Porqué me lo preguntas a mi?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras...
Los obstáculos los trajiste tú". (J.Bucay. "Cuentos para pensar")

martes, 2 de febrero de 2010

¿Objetivos o Deseos?

Un aspecto esencial para que tanto una organización como un individuo consiga sus propósitos, alcanzar los resultados que desea, es concretar hacia donde va. En función de como lo planteemos iremos o no en el camino adecuado para conseguirlo. Pero muchas veces, cuando por fin nos sentamos a pensar que queremos hacer, ¿que estamos planteándonos, objetivos o deseos?. Existe una diferencia fundamental entre ambos conceptos.
Para definir correctamente un objetivo, debemos tener en cuenta las siguientes características. Son estas (SMART):

Specific (específico): específicos y claros.
Measurable (medible): con indicadores que permitan medirlos.
Ambicious (ambicioso): atractivos, motivantes.
Realistic (realista): basados en datos y asociados a un plan concreto de actuación.
Time-bounded (temporalidad): acotados en el tiempo.

En contraposición a como debemos plantearnos un objetivo concreto que nos permita valorar nuestros avances y realizar un seguimiento, nos planteamos muchas veces meras intenciones, ilusiones, deseos vacíos de contenido, que no consiguen impulsarnos a la acción y ayudarnos a conseguir eso que queremos.
Un ejemplo sencillo, que nos hemos planteado todos alguna vez el primer día del año es este:

Me gustaría hacer más ejercicio físico: ESTO ES UN DESEO.
Voy a levantarme a partir de la semana que viene a las 7 de la mañana, cada Martes y Jueves, para correr 30 minutos por el parque, durante todo este año: ESTO ES UN OBJETIVO.

La diferencia fundamental entre deseo y objetivo está en la medición. Si se puede medir, es un objetivo, sino es un deseo.
Decide hacia donde quieres ir y márcate pequeños objetivos, que te permitirá ir poco a poco superándolos y alcanzando metas mayores.

"¿Qué camino debo tomar? preguntó Alicia al gato.
"¿A donde quieres ir?" preguntó el gato, dispuesto a ayudar.
"Tampoco lo sé", admitió Alicia.
"Entonces", respondió el gato, "cualquier camino te llevará".

-Alicia en el país de las maravillas-